EL MOSQUITO DE LA MALARIA, LOS PIES Y EL CO2

Remco Suer es un investigador que acaba de leer su Tesis en la Universidad holandesa de Wageningen.

Y lo ha hecho sobre un tema sumamente interesante: el mosquito de la malaria y su mecanismo de detección y ataque.

El mosquito de la malaria utiliza el CO2 exhalado para localizar a los seres humanos en la lejanía. Cuando está cerca, el mosquito altera su rumbo y no se dirige a la fuente que exhala el CO2, la boca. Se dirige a los pies de sus víctimas.

Para ello utiliza sus órganos olfativos y desde decenas de metros detectan el CO2.

Hace tiempo que se demostró que en los pies humanos hay una bacteria que produce diez olores atractivos al mosquito de la malaria.

El trabajo de Sauer ha demostrado que nueve de estos diez olores son detectados por las neuronas olfativas presentes por debajo de las estructuras similares a los pelos de las partes de la boca del mosquito de la malaria.

Además ha detectado que cinco de estos diez olores microbiales eran capaces de bloquear la respuesta del CO2. Bloqueando la señal el mosquito deja de orientarse al CO2 y de dirigirse a los pies.

Sauer añadió CO2 adicional a los experimentos para simular aire exhalado. Una breve estimulación de un segundo con la mayor concentración de cinco olores de pies por separado provocó una completa inhibición de las respuestas al CO2 durante varios segundos.

Entre docenas de neuronas olfativas, sólo un tipo es capaz de detectar el CO2. Esta neurona olfativa es co-compartimentada junto con otras dos neuronas olfativas que están por debajo de estructuras similares a pelo, en la boca del mosquito.

Restringiendo las respuestas de estas neuronas olfativas, Suer fue capaz de determinar qué olores humanos detecta el mosquito hembra de la malaria.

De los diez olores microbiales descubiertos previamente, nueve provocaron respuestas en los tres receptores olfativos en las partes de la boca de estos insectos y cinco de ellos inhibieron la respuesta al CO2.

Fuente: EUROPA PRESS